
A la hora de
alquilar un coche, las empresas suelen establecer algunos requisitos como ser mayor de una determinada edad o tener cierta antigüedad en el carné de conducir. Además de los datos identificativos de los contratantes, en el
contrato de alquiler del vehículo deben figurar el plazo, el precio (ya sea barato o no), la matrícula, el número de autorización del alquiler a cuyo amparo se celebra el contrato y el órgano que lo otorgó. Otros datos importantes que deben aparecer mencionados son el lugar de devolución del coche de alquiler, el número e identificación de los conductores, la forma de pago y la cobertura de eventuales seguros de coche complementarios.
Es importante que cualquier circunstancia pactada libremente entre las partes quede reflejada en el contrato de alquiler. En concreto hay que
prestar una especial atención a las exclusiones y franquicias en caso de siniestro. Es importante llevar una copia del contrato a bordo del coche y, sobre todo, revisar el vehículo en el momento de la entrega (ruedas, tapicería, carrocería, luces e intermitentes) y señalar cualquier anomalía que detectemos (especialmente si se trata de un coche de alquiler especialmente barato).